Para liderar con éxito, el punto de partida es comprender quién eres, qué sientes, qué que quieres, qué te limita y te impulsa. Hablamos con Paola Corbalán, Nuria Carmona, Isabel Muñoz y Celia Rivero.
Foto: Paola Corbalán
V.- Hablemos de liderazgo, pero ¿cómo lo definimos?
NC.- Lo primero que me gustaría decir es que, antes que negocio y trabajadoras, somos mujeres, personas. Y que de alguna u otra manera todos somos líderes. Dirigir es uno de los sinónimos de liderar, junto con orientar o guiar, y todos, en algún ámbito de nuestra vida profesional y personal, hacemos esto.
PC.- En mi opinión, liderar es inspirar, es influir en los demás para alcanzar las metas que te has propuesto para tu negocio. Liderar es también facilitar, es indicar el objetivo, señalar a dónde hay que llegar y facilitar a tu equipo los recursos necesarios para que puedan hacerlo. Liderar es crear un equipo que comparta tu visión y te acompañe, un equipo que conozca, entienda y ejecute la estrategia acordada.
NC.- Pero liderar o dirigir también va de conocerse y escucharse a una misma, saber con rotundidad cuáles son mis talentos y potencialidades, trabajar en el día a día en mis áreas de mejora y en eso que me frena, aprender a gestionar mi mundo emocional para que juegue a mi favor, para poder llevar mi vida hacía donde quiero dirigirla, hacía mis metas y objetivos.
IM.- Aunque cada vez se le dé más importancia a la salud emocional, lo cierto es que la mayoría de las personas no hemos recibido a lo largo de nuestra vida la educación emocional necesaria.
CR.- Tenemos un entorno incierto, volátil, ambiguo y complejo, ahora más que nunca ser consciente y resiliente es fundamental para una mayor adaptación.
NC.- Autoliderarse significa que "yo llevo el control de mi vida", que manejo el timón, y eso se va a reflejar en todas las áreas y en todos los roles de mi vida: como pareja, como madre, como amiga, y por supuesto, como empresaria en mi negocio o en mi puesto de trabajo.
V.- Le dais mucha importancia al concepto de “tomar consciencia”.
NC.- Es importante entender que trabajar la mentalidad es siempre el primer paso para convertirse en una líder consciente. Y comprender que es fundamental el autoconocerse en profundidad, para tener claro cuáles son tus valores, aquello que te potencia e impulsa, qué es lo que quieres y cómo posicionarte en este entorno laboral para que puedas ser tú al cien por cien, sin que los miedos enmascaren tu verdad y tu voz, para que puedas conectarte con tu energía como líder y consigas ser dueña de tu propio éxito.
CR.- Ser consciente no es café para todos; tiene una parte muy importante de conocerse a sí mismo, para conocer después a los demás.
IM.- Un primer paso fundamental, es tratar de ser más consciente en nuestro día a día y pararnos a observar qué sentimos. Las emociones las notamos en el cuerpo, y es nuestra cabeza las que les da un significado.
CR.- De ahí la importancia de adentrarse en un proceso de autoconocimiento por los múltiples beneficios que ofrece a nivel personal, ganando en seguridad y autenticidad y ayudando a la toma de consciencia. Tomar consciencia, no solo es el concepto que tengas de ti, no es todo lo que puedes llegar a ser, solo es el principio de un sinfín de posibilidades.
PC.- El liderazgo exige una serie de habilidades que incluyen: seguridad en ti mismo, capacidad para tomar decisiones, resiliencia, autenticidad, comunicación efectiva, ejemplaridad y vulnerabilidad.
CR.- Todos conocemos hombres y mujeres inteligentes y muy preparadas para su desempeño con una capacidad de trabajo formidable, con una visión de su negocio y de su equipo extraordinaria, y, sin embargo, no logran comunicar su excelencia.
"Gestionar un equipo implica gestionar también sus aspiraciones y sus emociones, pero sobre todo significa saber gestionar los miedos que tenemos como líderes".
Paola Corbalán
V.- ¿Les ha faltado consciencia?
CR.- Sí, por ejemplo, sobre el cuidado de su imagen, un activo fundamental y necesario para potenciar su liderazgo. No son conscientes de su relevancia. Tengo el caso de “María”. Reunía todas las cualidades citadas, pero no incluía en la suma, la fortaleza de su imagen. María, vestía siempre de negro o de colores oscuros. Un día, delante de un café, salió esta conversación: “¿María, por qué vistes siempre de negro?” Su cara de sorpresa ante la pregunta, me dejo atónita. “¿Yo de negro?” Empezamos a profundizar en el tema. Ella no era consciente de lo que proyectaba con su elección, ni de lo que veíamos los demás a través de su imagen, tanto a nivel personal como profesional. Tras varias sesiones, empezó a incorporar pequeños cambios, empezó a ser consciente, a darle importancia a su apariencia y a lo que transmitía en su entorno más cercano. Profundizó en ella, entendió y aceptó creencias que no le dejaban avanzar, vio muchas más opciones de crecer y desarrollar un estilo propio, ganó en seguridad y autenticidad, algo que ha revertido en su liderazgo 100%. Ha tomado consciencia de la importancia de tener una imagen acorde a su desempeño, porque influye tanto en ella como en su equipo.
PC.- Un liderazgo consciente también pasa por saber equilibrar lo profesional y lo personal, lo cual no es posible si no se delega y crea equipo. Si bien hay que prepararse para gestionar personas porque no es una labor fácil. Gestionar un equipo implica gestionar también sus aspiraciones y sus emociones, pero sobre todo significa saber gestionar los miedos que tenemos como líderes ¿lo hará bien? ¿y si pierdo el control? ¿y si lo hace mejor que yo y me hace quedar mal? Esa es, para mí, la mayor barrera para un liderazgo de equipos eficaz.
V.- Isabel, hablabas de emociones. ¿Las podemos manejar?
IM.- Para empezar, podemos hacerlo por escrito: pensar en una ocasión en las que nos hemos podido dejar llevar por nuestras emociones y contestar preguntas cómo qué pasó, cómo hizo esa situación que nos sintiéramos física y emocionalmente, qué hicimos o dijimos y cómo nos afectaron más tarde esas emociones y acciones. Esto nos ayudará a empezar a identificar patrones y comportamientos que nos darán una pista para saber qué poder hacer con ellas en la próxima ocasión que nos encontremos en una situación similar. Otro aspecto para ser capaces de regularnos, es controlar nuestro diálogo interno. La forma en la que nos hablamos puede generar que una emoción negativa se vaya amplificando y nos acabe desbordando. Si vigilamos el contenido de nuestros pensamientos, podremos ver que, en muchas ocasiones, podemos estar cayendo en trampas mentales que distorsionan nuestra realidad. Cuidar lo que nos decimos es una acción indispensable para conseguir sentirnos mejor.
V.- Se nos acaba el tiempo, ¡qué lástima!
PC.- Falta de tiempo, creo que eso es lo que más escucho de los líderes a los que acompaño en su desarrollo. Y hay dos claves para solucionarlo: planificar y delegar. El tiempo es limitado, por lo que hay que usarlo de forma inteligente. Decir “sí” a algo implica decir “no” a otras cosas. Planificarse de manera consciente es la única manera de asegurarnos de que estamos invirtiendo tiempo y poniendo el foco en conseguir nuestros objetivos. Pero la planificación implica tener muy clara la estrategia y eso falta muchas veces en la empresa: conocimiento y claridad sobre la estrategia en todos los niveles de la organización.
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FICHA TÉCNICA:
Editorial: CulBuks
Título: Liderazgo consciente para
profesionales inquietas
Autoras: Nuria Carmona, Isabel Muñoz, Celia
Rivero, Paola Corbalán
Nº de páginas: 270
Primera edición: Febrero 2021
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