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Se agudiza el problema de los parados de larga duración

El desempleo bajó casi un punto con respecto a marzo y mejora levemente la afiliación a la Seguridad Social. Sin embargo, afirma USO que la contratación baja con respecto a marzo y entre los indefinidos casi la mitad son conversiones de fraude.



USO. Abril ha dado un leve respiro a los datos del paro, que baja con respecto a marzo, pero que sigue subiendo con respecto al peor mes de la pandemia: abril de 2020.


Los servicios registran la mayor bajada de desempleados, 32.192, aupados por los días fuertes de Semana Santa y por el leve levantamiento de restricciones a hostelería y comercio en muchas comunidades autónomas. La construcción acoge también un repunte en la contratación gracias al auge de las reformas y la entrada en su mejor trimestre, el primaveral.


También la industria recupera una pequeña porción de empleo, pero 638.283 personas siguen en ERTE, “con lo que podemos estar afrontando, a muy corto plazo, casi 5 millones de parados”, advierte Joaquín Pérez, secretario general de USO. La Seguridad Social aumentó su media de afiliación en 134.396 personas.


Preocupan especialmente los datos del colectivo sin empleo anterior.


“No estamos hablando de que, de repente, 5.000 jóvenes se han puesto en abril a buscar trabajo por primera vez. Estamos hablando de personas que pasan a ser parados de larga duración y pierde la adscripción a un sector. Coincide justo con el año de pandemia, por lo que muchas de las personas que perdieron su empleo en la confusión de las primeras semanas no han podido reincorporarse a la rueda laboral y han pasado a estar en riesgo de exclusión. Son casi 5.000 personas que rondan la pobreza, es un colectivo sobre el que hay que actuar de forma prioritaria”.


Joaquín Pérez, secretario general de USO.



El dinamismo del empleo se mide también por la contratación y esa se ha resentido.


"Si miramos a 2020, cuando en abril únicamente se contrataba personal sanitario y auxiliar, sí hay una subida, pero ha bajado en más de un 3% la contratación con respecto a marzo y en un 21% la contratación indefinida. De estos, casi la mitad siguen siendo conversiones de contratos en fraude. La pandemia de una estructura laboral viciada y precarizada es ya endémica. Esperemos que la reforma de los contratos, que tanto hemos pedido, llegue cuanto antes para poner coto a esta falsa temporalidad”.


Joaquín Pérez, secretario general de USO.


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